La discalculia es una de las discapacidades de aprendizaje específicas que afectan la adquisición de información aritmética básica. Los ejemplos incluyen suma, resta, multiplicación y división; en dosis más pequeñas, la aritmética y álgebra.
Si no se trata correctamente, puede crear dificultades en la competencia percibida del niño. De hecho, puede afectar la confianza en sí mismo y la autoestima del estudiante.
Por ello, en este artículo hablaremos de la discalculia, sus síntomas y consejos para corregirla.
¿Qué es la discalculia?
El término “discalculia” se refiere a una discapacidad de aprendizaje específica causada por la falta de habilidades matemáticas. Es un trastorno causado por una deformidad neurológica que se manifiesta en la dificultad para aprender los números.
“La discalculia afecta la capacidad del niño, adolescente o adulto para comprender y manipular números.”
Este trastorno de aprendizaje no se debe a discapacidades intelectuales, bajo rendimiento académico o discapacidades visuales o auditivas. Tampoco está relacionado con el nivel de inteligencia o coeficiente intelectual.
Las características generales de la discalculia son:
- Deficiencias del sentido numérico.
- Dificultad para recordar operaciones aritméticas.
- Una falta de precisión o fluidez en el cálculo y el razonamiento matemático.
Un estudiante con discalculia exhibe un desempeño matemático que está muy por debajo de las expectativas, teniendo en cuenta su edad, experiencias y oportunidades educativas.
Tipos de discalculia
La discalculia puede manifestarse de muchas maneras, pero los seis tipos más comunes se enumeran a continuación:
Discalculia léxica
El niño tiene dificultad para leer y comprender números, símbolos matemáticos, expresiones y ecuaciones. No importa qué tan bien entienda estos concepto cuando lo escucha, no puede implementarlo en la práctica; es decir ponerlo en papel.
Discalculia verbal
Este tipo se caracteriza por dificultades para comprender y nombrar conceptos matemáticos. El niño puede leer y escribir números, pero no puede entenderlos cuando se dicen en voz alta.
Discalculia gráfica
Este tipo de discalculia impide que el niño escriba símbolos matemáticos. En otras palabras, comprende los conceptos, pero no tiene la capacidad de leer, usar o escribir esos símbolos.
Discalculia ideognóstica
Sin números escritos, el niño no puede realizar operaciones mentales para resolver problemas matemáticos. También le resulta difícil recordar conceptos incluso después de aprenderlos.
Discalculia practognóstica
Este tipo se caracteriza por la dificultad de conectar un concepto matemático abstracto con un concepto real.
Discalculia operativa
El niño tiene dificultades para terminar las operaciones matemáticas, ya sean escritas o habladas. Aunque entiende los números y las relaciones que existen entre ellos, no es capaz de utilizarlo para realizar cálculos.
¿Cuáles son los síntomas de la discalculia?
Además de afectar el desempeño académico, la discalculia también afecta la vida diaria del estudiante, especialmente para realizar actividades que requieren habilidades matemáticas.
Los síntomas de la discalculia generalmente empiezan a aparecer en la infancia, porque es cuando los niños empiezan a ir al colegio.
De hecho, un buen docente es una de las primeras personas en notar algunos de los síntomas del trastorno. Sin embargo, es importante recordar que es el psicólogo infantil, por ejemplo, quien está capacitado para realizar el diagnóstico.
“El tratamiento de la discalculia debe ser realizado de forma conjunta por los padres, docentes y psicopedagogos.”
Dicho esto, veamos cuáles son los síntomas más típicos de la discalculia para los niños:
- Tiene dificultad para hacer cálculos.
- Necesita contar con los dedos para realizar operaciones matemáticas simples.
- Intercambia de operaciones.
- No reconoce símbolos matemáticos.
Algunos niños pueden tener algunos de los síntomas anteriores sin tener un problema de discalculia, porque experimentar dificultades matemáticas en los primeros años de primaria es bastante común. De allí la importancia que cursen prepimaria.
Por otro lado, se aconseja enviar al niño a un profesional calificado cuando las dificultades son severas y persistentes, de tal manera que repercuten tanto en su rendimiento académico como en sus emociones.
¿Cómo se corrige la discalculia?
Afortunadamente, existen actividades académicas que, si se realizan correctamente, pueden mejorar los síntomas de la discalculia. Veamos algunos ejemplos:
- Elaboración de listas de números tanto en orden ascendente como descendente.
- Comparar números.
- Usar tonos idénticos para ejercitar el procesamiento auditivo numérico adecuado.
- Ejercicios que requieran discriminación entre varios números y signos.
- Poner en práctica tareas que requieran la colocación correcta de números en columnas. Por ejemplo, colocar las unidades debajo de las unidades y las decenas debajo de las decenas.
- Dibujar figuras geométricas.
- Hacer cálculos mentales. Consiste en explicar al niño cada paso necesario para completar la operación mental. Cuando se está resolviendo el cálculo, puedes estar verbalizando y anotando cada paso al mismo tiempo.
“Desde el momento en que entiendes qué es la discalculia y de qué manera puedes ayudar a tu niño, todo se vuelve más fácil.”
Conclusión
La discalculia es una discapacidad de aprendizaje que se puede corregir con los consejos compartidos en esta publicación. Al hacer esto, el estudiante mejora su rendimiento académico y su autoestima no se ve comprometida.
Por eso, cuando nos encontramos con los síntomas de la discalculia, Intellectus actúa. Promovemos el refuerzo positivo de los logros de nuestros estudiantes.
Nuestros docentes están capacitados para identificar posibles problemas de aprendizaje y ayudar a los niños a superarlos. Esto es con la ayuda de especialistas como psicólogos y psicopedagogos.
Porque nuestro objetivo es brindar una educación integral y de calidad.
Si necesitas ayuda, por favor contáctanos.
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