¿Sabías que la depresión infantil es la principal causa de enfermedad y discapacidad entre los 10 y los 19 años? Así lo afirma un estudio sobre la salud de los niños y adolescentes de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La depresión infantil es muy frecuente antes de la pubertad. Sin embargo, hay casos en los que esta condición también puede presentarse antes del primer año de vida.
En este artículo te ayudamos a identificar los síntomas de esta enfermedad que afecta a los niños y adolescentes y que muchas veces pasa desapercibida.
¿Qué es la depresión infantil?
La depresión infantil es un trastorno psiquiátrico más común de lo que piensas que afecta el estado de ánimo en niños y adolescentes.
Se trata de una enfermedad en la cual el individuo presenta tristeza recurrente, desánimo y pérdida de interés en las actividades que realiza.
Tanto niños como adolescentes con depresión experimentan un malestar significativo que afecta su conducta y estabilidad emocional.
De no tratarse, esta condición los expone a padecer riesgos que tendrán un impacto sobre su salud y bienestar general durante la infancia y la vida adulta.
De acuerdo con la OMS, la depresión es el resultado de interacciones complejas, que involucran factores sociales, psicológicos, físicos o culturales. Por ello, quienes sufren circunstancias vitales adversas suelen ser más propensos a desarrollar este trastorno.
Las interacciones complejas con el entorno familiar o social influyen significativamente en la aparición de depresión infantil.
La buena noticia es que, los factores vinculados a la aparición de esta enfermedad son, en su mayoría, tratables y prevenibles. Para ello, es fundamental, entre otros aspectos, aprender a reconocer los síntomas del trastorno.
Síntomas de la depresión infantil
Para saber reconocer la depresión infantil es importante estar atentos a la aparición de signos que indiquen su presencia. A continuación, te contamos cuál es la sintomatología más frecuente:
Manifestaciones afectivas
La tristeza suele ser la base de la depresión infantil. Esta puede manifestarse con episodios de llanto, irritabilidad, ira, sentimiento de no ser querido, sensación de culpabilidad por cosas malas que puedan pasar y baja autoestima.
Manifestaciones intelectuales y cognitivas
Se altera la capacidad de comprender y la concentración. Esto puede acarrear serias consecuencias en los estudios como ausentismo o deserción escolar y bajo rendimiento académico.
Manifestaciones somáticas
Son aquellos síntomas que se producen desde el punto de vista físico, tales como alteraciones del sueño, cansancio persistente, mareos, disminución del apetito, dolor de cabeza y trastornos digestivos.
Manifestaciones conductuales
Se manifiesta en actitudes como tendencia al aislamiento social, dificultad para comunicarse con el entorno, hostilidad, conductas de inadaptación y actitudes suicidas o autodestructivas.
¿Cómo tratar la depresión en los niños?
Los niños y adolescentes son más sensibles ante las diferentes situaciones y obstáculos que se les presentan. Todos los problemas que se derivan de la depresión infantil pueden afectar la salud, la personalidad y las áreas del conocimiento de los niños.
Por ello, resulta de gran importancia que tanto los padres, como los docentes conozcan y se informen sobre este trastorno. El acompañamiento de la familia y la escuela es un pilar fundamental para que los niños puedan superar la depresión.
El apoyo de los padres y el entorno escolar es fundamental para que los niños puedan superar la depresión infantil y prevenir su reincidencia.
Además, los casos de depresión infantil requieren la evaluación de un especialista en la materia. El psicólogo es el encargado de diagnosticar y recomendar el tratamiento.
En algunos casos, el tratamiento consiste en llevar a cabo sesiones de psicoterapia. En otros, es recomendable tratar la enfermedad con medicación o una combinación de ambos.
1. Tratamiento con medicación
En casos de depresión severa, se recomienda el uso de antidepresivos. Se trata de medicamentos para tratar esta condición de manera segura, ya que no crean dependencia o adicción, ni cambian la personalidad del niño.
Generalmente, la depresión infantil es tratada con terapias o medicación, dependiendo de su gravedad. En ocasiones, también se recomienda una combinación de ambos.
Con el tratamiento farmacológico es importante consultar con el médico sobre posibles efectos secundarios y las medidas que deben tomarse.
2. Tratamiento con psicoterapia al niño y a la familia
Es importante un apoyo con psicoterapia al niño y a la familia, ya que muchas veces los padres desconocen cómo afrontar los problemas o dificultades del niño.
La psicoterapia no solo funciona como un espacio para la catarsis emocional y la comprensión del problema. También es esencial para conocer hábitos saludables que permitan salir del proceso depresivo y aprender sobre la prevención de recaídas.
Conclusión
La depresión infantil es un trastorno que puede presentarse de manera improvista. Por ello, es necesario que tanto el entorno familiar como escolar pueda estar atento a los síntomas que pueda presentar el niño o adolescente.
De esta manera, podrá iniciarse con el tratamiento más adecuado para combatir dicha condición.
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